Estoy pensando, es de noche,
en el día que hará allí
donde esta noche es de día.
En las sombrillas alegres.
abiertas todas las flores
contra el sol que es la luna
tenue que me alumbra a mí.
Blog personal de León Arsenal
Mañana cuando salga el sol entre las montañas
Preguntará por mí.
Decidle que soy una estatua.
Mañana, cuando baile la Luna en el cielo
Preguntará por mí.
Decidle que soy una imagen sobre el agua.
Mañana, cuando sople el viento entre las ramas
Preguntará por mí.
Responded que soy una triste melodía en las cuerdas de un sentimiento.
Mañana, cuando brillen las gotas de lluvia entre las nubes
Preguntarán por mí.
Decidles que yo, que él aparecerá y desaparecerá entre las estrellas.
La nieve está en mi corazón como el silencio en las habitaciones de los balnearios: densa y profunda, indestructible.
La nieve está en mi corazón como la hiedra de la muerte en
las habitaciones donde nacimos.
Y el tiempo huye de mí con un crujido dulce de zarzales.
Nieva implacablemente sobre los páramos de mi memoria.
Es ya noche entre los blancos cercados.
Cuando amanezca, será ya siempre invierno.
Entre flores, una taza de vino
Bebo solo. Ningún amigo está cerca.
Alzo mi copa, invito a la Luna
Y a mi sombra, y somos tres.
Pero la Luna no sabe de bebida
Y mi Sombra solo me imita.
Aun así, Luna y Sombra serán mi compañía.
La primavera es época de goce.
Canto y la Luna me acompaña.
Bailo y mi Sombra se estrecha a mí.
Cuando estoy sobrio, nos alegramos juntos.
Cuando bebo, cada uno se va por su lado.
Juramos encontrarnos en el Río de Plata de los Cielos.
Tu ausencia es una cosa que pesa como plomo
Tu ausencia es una cosa dura como metal
Tu ausencia es un enorme barranco al que me asomo
Sin tacto, sordo, ciego, igual que un mineral.
Tu ausencia es un olor que abrasa mi nariz
Un ruido monstruoso que se cuelga en mi oreja
Un animal sin límites que es todo cicatriz
Y que lame mi vida y me la deja vieja.
Dejé la estepa
cansado y aturdido;
pasto de la ansiedad.
No hay otros mundos
pero sí hay otros ojos,
aguas tranquilas
en las que fondear.
Mar antiguo, madre salvaje,
de abrigo incierto
que acuna el olivar.
Muge mi alma confusa y triste;
ojos azules en los que naufragar.
Te he echado tanto de menos
patria pequeña y fugaz;
que al llegar cruel del norte el huracán
no se apague en tu puerto el hogar.